¡Hola amig@s del blog!
Cada día nos dedicamos menos tiempo a leer, a pasear, a ver. A, simplemente, dejar pasar el tiempo de forma calmosa, y viendo cómo evoluciona nuestra alrededor.
De qué forma el clima, el sol, la lluvia, la naturaleza al fin, se empeña, cabezonamente, en sacudirnos el cuerpo del letargo invernal, y mostrarse con toda su fuerza y energía.
Y, en este corre corre de vida que llevamos, pasamos al trote, indiferentes totalmente a toda la vida, toda la energía que se desarrolla a nuestro alrededor. ¡Ay!
Os estaréis preguntando ¿qué le pasa a ésta hoy? ¿Verdad?
Pues eso, que tengo ganas de pararme a mirar, de pararme a oler y poder disfrutar esta primavera apabullante que nos acompaña.
Esta mañana, he subido al Cementerio de Torrero (Zaragoza) para hacer una entrega de flores, y, atolondrada por la prisa para continuar con el siguiente pedido, me he pasado de largo la calle de salida …………¡¡¡mierd……!!!
¡Bendita confusión!
Mi error me ha llevado a seguir con la furgoneta un par de calles más allá…..yo refunfuñando por mi torpeza, que me iba a retrasar ¿qué? ¿tres minutos? y, entre mis resoplidos , casi de reojo, sufrida y en silencio un espectáculo para la vista, el olfato y el alma finalmente. Freno, me detengo, freno de mano.
Ved por vosotros mismos.







Spartium junceum: Retama, genista, gayomba de todos estos nombres tildamos a este arbusto maravilloso, austero donde los haya, que brota de cualquier terreno por árido que sea y castigado por el sol.
Tal es su audacia que consigue hacer la fotosíntesis en sus tallos flexibles y delgados, cubiertos apenas por mínimas hojas. Cuando llega el calor, así sin despeinarse, explota(no se puede decir de otra manera) en una llamativa floración perfumada que resulta impactante de ver y sentir. Mediterráneo puro.
No sólo es una planta lista y eficaz para crecer en suelos castigados y con apenas humedad. Se las ingenia, además, para formar unas » habas» tras la floración, repletas de semillas, que el viento transporta para poblar los alrededores con más ejemplares de retama de inmensa belleza.
¿Te parece poco mérito el suyo? Pues además este arbusto, (como todas las plantas pertenecientes a la familia Fabaceae,) son capaces de fijar en los suelos donde crecen el Nitrógeno atmosférico, mejorando así su estructura.
Inavitablemente me viene a la cabeza «Mediterráneo», el tema de Joan Manuel Serrat:
«…Y a mí enterradme sin duelo.
Entre la playa y el cielo.
En la ladera de un monte,
más alto que el horizonte,
quiero tener buena vista.
Mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos,
y amarillo a la genista…»
Ya despierta, por fin, de esta prisa que nos tiene embotados los sentidos, he caminado, apenas 200metros para seguir disfrutando.
Elegante entre panteones enfilados, entre esas ofrendas plásticas, descoloridas y polverientas de imitación de flores (una vez más queriendo atrapar el tiempo), se erguía altanero e indiferente un resplandor rojizo, un destello de espinosa cordura, un Agracejo rojo ( Berberis thunbergii).




El Agracejo rojo (Berberis thunbergii) crece expuesto a pleno sol en todo tipo de suelos y con poco riego.
Si no tienes bastante con este colorido regalo, ¡no pasa nada!, hoy estamos de rebajas, en breve, a comienzo del verano nos dará unas florecitas amarillas que formarán bayas rojas en otoño. Otro ejemplo de generosa naturaleza a nuestro alcance, eso sí este es más desconfiado, cuida de sus duras espinas que gozan de arañar manos curiosas.
Como podéis imaginar, ya no se me escapaba una, así que os muestro también un Cotoneaster horizontalis, postrado en respetuosa postura, ante nuestros difuntos, y delante de él, acaparando las miradas, un orgulloso jazmín amarillo (Jasminum mesnyi) que empezaba a florecer, parecía despreciarlo por su modestia….








Ay, herida de naturaleza, he vuelto con calma, a seguir con mi trabajo. Pero ahora viendo y sintiendo la esponjosidad de la tierra fértil entre mis dedos y el perfume inigualable de las flores.
Eso sí es trabajar a gusto……….
Disfrutad de la VIDA, así,en mayúsculas.