¡Buen día!, nunca me cansaré de recordar la importancia de abonar nuestras plantas con regularidad. Si lo hacemos así, en la mayoría de ocasiones, tendremos plantas fuertes y sanas. Pero, a pesar de ello, en algunos casos, veremos que tienen requerimientos extra que podemos solucionar fácilmente.
Antes de nada, te aconsejo echar un vistazo a este post en el que te explico la función del abonado regular, y la actuación de alguno de los nutrientes principales.
Pues bien, hoy vamos a ver una de las carencias de nutrientes más habituales, y cómo solucionar este problema fácilmente. Vamos allá 🙂

Estas hojas amarillas, con los nervios verdes, es la imagen clara de falta de hierro en el suelo. Normalmente solucionamos esto con un aporte de quelatos de hierro en el sustrato. Lo encontramos fácilmente en floristerías, gardens y viveros.
Aunque debes saber que, en algunos casos, la planta no puede absorber el hierro de la tierra porque éste ha cristalizado y no puede asimilarlo. Bien sea por exceso de alcalinidad en la tierra, tierra demasiado arcillosa o combinación de exceso de materiales pesados en la tierra.
Como estas situaciones son más habituales en agricultura comercial, vamos a quedarnos con la idea de que, aparte del abonado habitual, es beneficioso un aporte de hierro «extra» una vez al año. No más, porque podría ser perjudicial y, en cualquier caso, aprender a detectar cuando las plantas nos avisan de la carencia de éste elemento.

La carencia de hierro (=clorosis férrica) es la mas habitual en jardinería doméstica. Los agricultores de grandes superficies controlan regularmente el ph de la tierra de cultivo para detectar posibles carencias. Pero nosotros, «cultivadores domésticos » que adoramos nuestras plantas por puro placer, no solemos analizar nuestra tierra ¿no?
Si sigues mi blog, espero que te haya inculcado la importancia VITAL de abonar regularmente. Como yo digo: una vez al mes tú cobras la nómina, pues nuestras plantas «cobran» su abonado.
Pero, en algunos casos, empezamos a notar que alguna planta presenta hojas amarillas, pero los nervios siguen verdes. Éste es el síntoma «casero» para detectar la falta de hierro en la tierra.
Como siempre, una imagen vale más que mil palabra así que te dejo un vídeo a continuación donde te explico más.

Hasta aquí todo por hoy, ten en cuenta que la falta de hierro para nuestras plantas puede deberse también a suelos en exceso arcillosos o muy alcalinos, y también por exceso de humedad continuada, por lo que necesitarían enmendar la tierra para corregir ese error.
Y nada más por hoy, como siempre espero haberte ayudado. No olvides compartir, si te ha sido de interés, y hazme saber tus opiniones en los comentarios.
Nos vemos en el próximos post ¡sed felices! Besicos
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