Hola a todos, hoy quiero hacer hincapié y muuuuuuucho en el abonado regular de nuestras plantas. Cada día en mi trabajo, cuando vendo una planta, suelo explicar sus cuidados y SIEMPRE incluyo en las explicaciones, el abonado constante. Por desgracia la mayoría de la gente se salta este paso completamente, y luego se sorprende y entristece porque mi planta ya no está bonita.
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Acordaos del dicho de: «No sólo de pan vive el hombre»
Pues bien, nuestras plantas tampoco viven sólo de agua. Piensa un poco más lejos, las tenemos confinadas en su maceta, donde no pueden extenderse más allá para buscar nutrientes. Eso sí, estamos deseando que nos regalen sus flores, su colorido, su belleza, su paz, su esencia……
Vamos a ayudarles un poquico entonces, no nos piden tanto.
En primer lugar, no me cansaré nunca de decir: tierra y abonos SIEMPRE de buena calidad. Las marcas más representativas y conocidas pasan todos los controles y cumplen con las normativas vigentes en cada momento, y sí el precio también nos asegura calidad en estos casos. Compara precios y elige la mejor opción pero siempre de marcas reconocidas .
Vamos a ver los diferentes tipos de abono que encontraremos en el mercado y también los nutrientes que aportan. ?

- Abonos líquidos: para mezclar con agua y regar, o bien mezclar en agua y pulverizar. En ambos casos SIEMPRE atended a la dosificación que nos indica el fabricante, y, ante la duda, más agua. Imagínate si el médico nos receta unas vitaminas con la indicación de tomar una píldora al día, pero decidimos que eso es muy poco, y como queremos estar fuertes y enérgicos de inmediato vamos a tomar 6 al día……..Nos echamos las manos a la cabeza ¿verdad? Pues eso.
- Abonos de liberación lenta: bien sea en polvo, pastillas, gránulos o clavos. Se entierran o esparcen sobre la tierra y hay que regar encima para que se vayan disolviendo. Parece obvio pensar que si no vamos regando encima no se disolverán ¿verdad? …………………pues eso.
- Abonos específicos para algún tipo de planta: como los de orquídeas, cítricos, especiales para floración, etc. Siempre atenderemos a las condiciones de empleo que nos recomiende el fabricante.
Estos abonos compuestos (es decir con aporte en diferentes cantidades de micro y macro elementos) pueden ser: químicos u orgánicos.
Afortunadamente la concienciación ecológica está muy presente en este campo y cada vez es más fácil encontrar abonos orgánicos (naturales y respetuosos con el medio ambiente) en el mercado. Si no, siempre nos quedará el estiércol de animales de granja(que no es tan fácil de conseguir en las ciudades) ni tan práctico de utilizar en macetas. En este caso mucho cuidado también con la cantidad. Lo mejor es trabajarlo con la tierra e incorporar esa mezcla a nuestras plantas
Seguimos……
Con el nombre de «abono compuesto» nos referimos a que, en mayor o menor dosificación, está compuesto por todos los nutrientes que nuestras plantas necesitan para desarrollarse, a saber: nitrógeno(N), fósforo (P), potasio (K), Magnesio (Mg), hierro (Fe), cobre (Cu), manganeso (Mn), molibdeno (Mo), zinc (Zn) y boro (B)
Los cuatro primero elementos son vitales para el buen desarrollo de nuestras plantas y su presencia en los abonos compuestos es mayor. Vamos a ver qué responsabilidad asume cada uno de ello.
- Nitrógeno (N): favorece el crecimiento de las plantas, hace que broten nuevos tallos y que se forme la clorofila. Es el responsable del verdor de las hojas. Ojo, tanto si es muy poca su presencia como si es excesivo, los tejidos se vuelven débiles y enfermizos.
- Fósforo (P): favorece la floración. Se necesita para la formación de raíces y yemas, así como para la maduración de semillas y frutos. es fundamental en las plantas de flor.
- Potasio (K): da consistencia a los tejidos vegetales y los hace más resistentes a las enfermedades y parásitos. También juega un papel importante en la fotosíntesis y la formación de flores.
- Magnesio (Mg): es necesario para la producción de clorofila de las plantas.
Un buen abono se comprondrá de estos 4 elementos y, en menor dosificación, todo el resto de nutrientes (hierro (Fe), cobre (Cu), manganeso (Mn), molibdeno (Mo), zinc (Zn) y boro (B))
La presencia de todos ellos es necesaria para el buen desarrollo de nuestras plantas. Pero no olvides que la interacción entre ellos y el suelo es muy importante también. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que el exceso de alguno de estos nutrientes puede impedir la asimilación de otro, también que el exceso de alguno de ellos puede inhibir la acción de otro y , en definitiva, debilitar nuestras plantas igualmente. Por eso siempre creo que es mucho mejor, utilizar SIEMPRE abonos compuestos y sólo en caso de detectar alguna carencia puntual (que no es nada fácil) hacer aportaciones extra de algún componente concreto. El caso más habitual es la aportación de hierro para corregir amarilleamiento de hojas (Clorosis férrica), pero eso te lo explico en otro post.
Unos últimos consejos para el abonado:
- No abonar nunca a pleno sol, ni cuando el cepellón esté muy seco, en este caso es mejor regar primero y abonar después.
- Es mejor abonar poco y con regularidad, que mucho una sola vez.
- Abonar menos si la planta está en un lugar con poca iluminación (su crecimiento será mucho más lento e igualmente su necesidad de nutrientes también será menor).
- El abonado regular NO sustituye al transplante Y VICEVERSA.

Pues hasta aquí todo por hoy, como siempre hazme saber en los comentarios si este artículo te ha sido de interés y si quieres más artículos de este tipo. Comparte si lo ves de utilidad y sobre todo ¡sé feliz!
Nos vemos en el próximo post. Besicos
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